Cuando se trata de ocasiones especiales, todos los padres quieren asegurarse de que el cumpleaños de su hijo sea memorable.
Recientemente, nos encontramos con una situación que nos tocó la fibra sensible. Una familia local había pedido una cama elástica para la fiesta de cumpleaños de su hijo, pero se dio cuenta de que la empresa de instalación que habían contratado los había defraudado en el último minuto.
La fiesta estaba a pocas horas de comenzar y su pequeño esperaba ansioso la diversión, por lo que la familia se quedó en un aprieto. ¡Fue entonces cuando decidimos intervenir y salvar el día!
Con una respuesta rápida y un equipo dedicado, nuestros instaladores trabajaron de manera eficiente y justo a tiempo para la fiesta, logramos completar la instalación.
Nuestro instalador, Malcolm, estuvo allí para ver la emoción en el rostro del cumpleañero cuando vio el trampolín. ¡No tiene precio!
Fue un maravilloso recordatorio de por qué hacemos lo que hacemos: crear momentos alegres y garantizar que cada celebración sea un éxito.
